Puedo escuchar los caza-espiritus cantar una tonada tempestuosa. El aire huele a Otono. Mi casa huele a canela y manzanas, cocidas a fuego lento, sobre una casuela Le Creuset, asegurandome que en verdad es Halloween, y todo marcha bien en el mundo. El sol del mediodia calienta las escaleras a nuestra segunda planta y la luz del sol se cuela por entre las cortinas color violeta. Mi gata duerme al pie de mi cama. Mis hijos preparan la casa para su dia favorito. Estan poniendo telaranas a lo largo de la escalera. Mi hija Emily, felizmente deja caer aranas escalofriantes en las telaranas. Suelo pedirle a mi esposo que me lleve a mi huerta de manzanas favorita en el Volcan Hood. Las manzanas doradas son mis favoritas para hacerlas en conserva y mermelada. “Ya debi haber ido a la huerta” le digo a mi esposo, y el sabe lo que me encanta en esta epoca del ano. Mi destino favorito es la huerta que celebra la tradicion Suiza Edelweiss, al que llegamos cuando la celebracion esta en todo su
Has escuchado la expresion “el chango viajero”? En mi familia quiere decir, una comezon que empieza en tu espalda y se mueve cuando la tratas de rascar, como, bueno, un “chango viajero”. A veces me considero un chango viajero. Mi tio Tio Ned, el hermano de mi padre, solia contar historias de una gitana que lo convirtio en un vagabundo. Creo que esto tuvo mas que ver con su trauma, su naturaleza sensible, alcoholismo, y su incapacidad para soportar necios. En su ultima carta que me envio, en un hospital mientras hacia batalla con la demencia, decia, en una letra caligrafica, la misma que mi padre habia aprendido en su escuela catolica, simplemente, “Te Quiero”. El era un viajero como yo, aun cuando mi viaje es un sueno euforico comparado con su experiencia de vivir en la calle, pobre y sin carino, nacido en pobreza extrema, en Bayonne, New Jersey. Su padre se habia ido poco despues de su nacimiento, el ultimo de cuatro hermanos, habia nacido justo despues de la tragica muerte