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El Bar La Estrellita

EL BAR LA ESTRELLITA.-


Cuando cursaba el primer ano de Secundaria, me escojieron como la estrella en una obra teatral. Recuerdo que el caracter que me toco se llamaba Elaine. Ella era una bibliotecaria. Nuestra maestra estaba apasionada con la obra teatral y habia invertido mucho tiempo y esfuerzo para la obra que era exclusiva para los padres de familia. Yo estaba particularmente entusiasmada porque mi mundo se regia por el mar y como las olas del oceano mi padre venia a casa por dos meses y se iba al mar por tres. Esta obra tenia lugar en Octubre, el mes de mi nacimiento, que mi padre siempre se las ingeniaba para estar en casa. Con este entusiasmo tambien me llego otra emocion que mas tarde pude facilmente identificar como ansiedad. Este drama continuo en mi vida en varias ocaciones en las que me estancaba en alguna cosa insignificante negativa que me repetia a mi misma. En esta ocacion, mi bien intencionada madre decidio ponerme tubos en el pelo la noche antes de mi actuacion. Mi pelo Irlandes, se transformo en una esponja de risos como una extrana mezcla de Bozo Payaso y algodon de azucar. Mientras mas me peinaba mas risos se me hacian. Mi padre se tomo su taza matutina de cafe y miro mi desplome total. Mi madre trato de convencerme de que esto iba a pasar me gustara o no y que ese era el peinado que me tocaba ese dia.
Y como gato mojado enfurecido me fui a la escuela.
Mi padre opto por irse a su taller. Recuerdo que empezo a llover, hacia frio, y en la salida de mi casa, en la escalera, me rompi las medias. La carpinteria de mi padre se encontraba al cruzar mi casa y era tan grande como mi casa, le habia puesto un toldo a la entrada con su estufa echando humo por la chimenea. Aun lo puedo ver, ahi a la entrada, con sus pantalones marrones, recargado en la puerta, cigarro en mano, y la sonrisa en su rostro que acentuaba su ternura, asombrado por mi furia.
Cuando llego la ora de la obra, mi padre estaba ahi, con mi madre, en primera fila. Aun sonreia mi padre, con esa sonrisa que auguraba alguna travesura.
Yo soy hija unica de mi padre, quien a los 47 anos jamas creyo que llegaria a tener.
Mi padre estaba ahi, con su camisa azul que iba con sus ojos azules, y en sus manos tenia una camara Nikon especial que habia traido de su ultimo viaje al Japon y que le permitia tomar fotos sin tener que mirar tras el lente. Tomo fotos al mismo tiempo que me miro en mi presentacion.
Mi padre en su carpinteria podia hacer todo tipo de maravillas. El manejaba el arte de la tapiceria, el diseno, la artesania, podia hacer todo tipo de nudos, cuando estuvo en la fuerza naval, hizo los nudos del buque USS Constitution. Solia pintar puentes profesionalmente, generalmente en el area de la Bahia de San Francisco despues de desenbarcar en Martinez. En la marina mercante siempre viajo como sub-capitan, siempre fue bien apreciado por los otros marineros y por los carpinteros locales en nuetro pequeno pueblo en el norte de California. Los tiempos eran muy diferentes en aquel entonces. El tenia un bar en su carpinteria con un refrigerador de los anos cincuentas y un horno detras del bar, y yo estaba a cargo del bar, mi ocupacion principal era servir cerveza -como dije, eran otros tiempos. De echo yo tenia mi sistema de cobros y mi jarrito especial para los pagos. Cuando mi padre me pregunto porque tenia que pagar una moneda por una cerveza que el ya habia comprado, yo le explique que esto no incluia mis servicios: mi padre reia de buena gana y les decia a sus amigos  que yo era una gitana profesional.
Al dia despues de mi presentacion, recuerdo que me sentia un poco triste, aun cuando me habia acordado de todas mis lineas teatrales, y aun cuando todo mundo habia aplaudido, senti que la obra ya habia pasado y yo seguia con mi pelo completamente echo un remolino. Y aun cuando era el Sabado por la manana, yo no veia las caricaturas como era mi tradicion. Me fui a cabalgar con mi caballo Apalusa. Me detuve al lado del rio todavia lideando con la tristeza y opte por irme a la carpinteria. La troca de mi padre estaba llena de lena y las camionetas de otros carpinteros estaban en la acera, asi es de que supe que mis servicios eran requeridos, porque, como te has de imaginar, en mi mundo la cerveza iba con los cerruchos y el olor a madera y la locion de mi padre Old Spice.
Cuando llegue al bar, me encontre con algo especial. En ese momento no supe la infinidad de veces que mi memoria regresaria a esa escena. Como podria yo saber que mi padre no me miraria mas alla de mis diecinueve anos.

Mi padre, el marinero, el carpintero, el artesano, el mago, me habia echo una maqueta enorme, con una foto que el me habia tomado en la obra de teatro, con escarcha y una estrella, protegidos con plastico plegadizo. La maqueta estaba sujeta con unos tornillos enormes: jamas bajaria de esa pared. Recuerdo como el dia olia a tierra mojada y aun puedo ver a mi padre ahi sentado en el bar, senalando la maqueta, y diciendole a sus amigos “ahi la tienen, ella fue la estrella de la obra, fue la mejor, simplemente la mejor...”

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